“HOSPITAL MIGUEL HIDALGO RINDE HOMENAJE A MÁS DE 160 TRABAJADORES POR SU ENTREGA Y VOCACIÓN”

Reconocen entre 20 y 50 años de servicio a médicos, enfermeras y personal administrativo.

Autoridades de salud y líderes sindicales resaltaron la lealtad y compromiso de los homenajeados.

El corazón del hospital late gracias a su gente: un legado de servicio y amor por la salud

En una emotiva ceremonia realizada en el Hospital Miguel Hidalgo, se rindió homenaje a más de 160 trabajadores que han dedicado entre 20 y 50 años de su vida profesional a esta institución, símbolo de la atención médica en Aguascalientes.

El evento estuvo encabezado por el secretario general del Sindicato Único de Trabajadores del hospital y de la Federación de Sindicatos de Servidores Públicos de Aguascalientes (FEDESA), acompañado por el secretario de Salud, Dr. Rubén Galaviz Tristán; el director general del nosocomio, Francisco Javier Magos; el secretario general de la Federación Nacional de Sindicatos de Salud (FENASS), Javier Maldonado Torres; así como representantes sindicales y directivos.

Durante la ceremonia se destacó la disciplina, vocación y entrega de los homenajeados, quienes con profesionalismo y humanidad han sido parte fundamental en la atención de miles de pacientes a lo largo de décadas. Su constancia ha permitido que el Hospital Hidalgo siga siendo un referente de salud pública en el estado y en la región.

El reconocimiento abarcó al personal con 20, 25, 30, 35, 40, 45 y hasta 50 años de antigüedad, reflejando no solo la permanencia laboral, sino el profundo compromiso de hombres y mujeres que han hecho de su trabajo una misión de vida.

Las autoridades coincidieron en señalar que el Hospital Hidalgo se sostiene gracias al corazón de su gente, subrayando que la lealtad de estos trabajadores representa un ejemplo de servicio y un legado invaluable para las nuevas generaciones que hoy se forman en el área médica.

Con este homenaje, Aguascalientes reconoce que la verdadera fortaleza de sus instituciones de salud no está en sus muros, sino en el esfuerzo diario de quienes, con bata blanca, uniforme o herramientas en mano, sostienen la vida y la esperanza de miles de familias.